jueves, 29 de marzo de 2012

Fomento y el ultimátum de los 6 meses.

Seguimos con el culebrón de la quiebra de las autopistas radiales y de unas cuantas más que nacieron y se construyeron bajo la alargada sobra de la bonanza económica del "Ladrillazo". El Ministerio de Fomento se ha dado un límite de seis meses para salvar a las autopistas y quedarse de manera transitoria con algunas de las que están en riesgo de declararse en concurso de acreedores o que viven una situación de absoluta asfixia financiera: Las Radiales R-2, R-3, R-4, R-5, la M-12 que une la capital con el aeropuerto de Barajas, la AP-41 Madrid - Toledo, y la AP-7 en su tramo Cartagena-Vera.
El rescate de las autopistas se realizaría a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seittsa). Aunque el Ministerio aclaró que para llegar a este punto, la concesionaria deberían declararse previamente en concurso de acreedores. 
Sin embargo, esta medida sería el último recurso, dado que las concesiones que se adjudicaron incluían una cláusula de responsabilidad patrimonial por la que el Estado se quedaría con la gestión de la autopista si se demuestra que es inviable. No obstante, aunque Fomento asuma sin matices esta cláusula, hay fórmulas para evitar llegar hasta ese punto y que, en cualquier caso, asumiría la gestión de forma transitoria hasta encontrarse un nuevo adjudicatario. Las alternativas que estudia Fomento, pasan por la ampliación de los periodos de explotación de las vías y la concesión de créditos participativos con los que compensar los sobrecostes que tuvieron estas obras por la expropiación de terrenos. Para solventar el problema de estas vías, el Ministerio abordará un "profundo cambio en la legislación sobre concesiones", cuyo eje principal será determinar la asunción de los riesgos de la infraestructura.
La intervención por parte de Seittsa responderá a la responsabilidad patrimonial de la Administración prevista en los contratos concesionales para atajar casos de insolvencia. Seittsa es una sociedad mercantil estatal promotora de infraestructuras terrestres. Nació en 2005 y, además de ser uno de los motores inversores de Fomento, en los últimos años se le ha encargado el desarrollo de un marco de colaboración público-privada para financiar proyectos del ministerio.
El anterior Ejecutivo puso un primer parche con la articulación de cuentas de compensación, por la caída de ingresos, por un plazo de tres años. La solución ha evitado quiebras inminentes, pero resulta insuficiente a la vista de los problemas que están teniendo.
Pero ahora, habría que recordar al Ministerio de Fomento, a la actual Ministra y al partido en el gobierno como se ha llegado a esta situación que, casualmente, ellos mismos han causado. Fundamentalmente recordarles como estas autopistas se proyectaron inflando unos datos estimados de tráfico muy por encima de los reales y una mala proyección sobre la demanda que tendrían, su construcción en paralelo de vías alternativas sin peajes y de un sobrecoste de los precios de expropiación amparados por la burbuja inmobiliaria.

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