martes, 26 de junio de 2012

El Fiasco de las carreteras de peaje

El Ministerio de Fomento lanza otro salvavidas a las autopistas de peaje. Pese a admitir que la situación de algunas concesiones es “insostenible”, la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció este lunes que ampliará de 2012 a 2021 la compensación por la caída de tráfico —un sistema en el que el Estado adelanta dinero— y que se suma a los 290 millones en créditos avalados por el Estado que figuran en los Presupuestos de 2012. Fomento pretende “mantener a flote” y “echar una mano” a las grandes constructoras que acuden a estos concursos para que el sector “siga siendo una referencia” en Europa y en el mundo. No solo eso, sino que anunció por sorpresa cuatro nuevas concesiones de autopistas de peaje.
El 6 de octubre de 2003, José María Aznar inauguró los 63 kilómetros de la autopista de peaje entre Madrid y Guadalajara, la Radial-2, paralela a la autovía. El entonces presidente del Gobierno definió la obra como “una de las infraestructuras más importantes de los últimos años”. Según publicó este diario, Aznar proclamó: “Ya no somos el viejo país atrasado que se queja, sino un país moderno y próspero”. Y añadió que las infraestructuras debían abrirse “a nuevas fuentes de financiación de iniciativa privada”, ya que el sistema de concesiones “no solo aporta fondos, sino que imprime una gestión más eficaz”.
La R-2, como la R-3, la R-4 y la R-5, la Ocaña-La Roda, la que va al Aeropuerto de Barajas o la Alicante-Cartagena-Vera, todas de esa época, no han cubierto ni una de sus previsiones: sus costes se dispararon sobre todo por las expropiaciones y tienen un 30% del tráfico previsto. Hay nueve concesionarias (de constructoras y cajas de ahorro, principalmente) al borde de la quiebra. Entre todas acumulan una deuda de 3.800 millones de la que no pueden pagar ni los intereses, según documentación que maneja Fomento.
En 2010, el PSOE anunció un préstamo participativo de 80 millones para estas empresas. Ese préstamo se establece con aval del Estado sobre futuros beneficios para que cubran los gastos no previstos en las expropiaciones. En los Presupuestos de este año hay otros 290 millones para esa partida. El otro mecanismo ya iniciado y que seguirá hasta 2021 es la compensación por la caída de tráfico. Con cargo a beneficios futuros, el Estado adelanta dinero para sostener a las empresas.
Pastor, que inauguró en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander un curso de la Asociación de Concesionarias de Autopistas (Aseta), explicó que estas dos medidas son soluciones para que este sector se pueda “mantener a flote” y “siga siendo una referencia” en Europa y en el mundo. Pastor añadió que su intención es que “no se siga dañando” la imagen internacional de las empresas españolas. Pero puntualizó que son medidas “provisionales”. Más allá de eso, el ministerio trabajará para reformar la ley de expropiaciones forzosas y lograr un “reparto equilibrado” de los riesgos en las concesiones “entre concedentes y concesionarios”. Su objetivo final es que la “gran bola de nieve” creada “desaparezca”.
Pastor admitió que hay autopistas de peaje en una situación “insostenible” y lo atribuyó al descenso del tráfico y al “sobrecoste” de las expropiaciones, que en muchos casos se ha disparado hasta un 175%. La ministra apuntó que el Gobierno tiene pendiente el pago de 600 millones por expropiaciones, pero que se computaron en el déficit de 2011. Como ejemplo, en la R-2 la partida para expropiaciones estaba prevista en 40 millones pero ascendió a 430.
Pastor reveló que su departamento está trabajando en la concesión de cuatro nuevas vías de alta capacidad para “tan pronto como las circunstancias lo permitan”. Un directivo de una concesionaria señaló la sorpresa con la que fue recibido el anuncio en Santander, y resaltó la dificultad de que acudan empresas tras esta experiencia.
El sector plantea que se cobre por el uso de las autovías, lo que les daría una ventaja. La Comisión Europea, en su informe sobre España, ya apunta en esa línea: “Los usuarios del transporte deberán soportar una parte más proporcionada de los costes globales mediante una aplicación más generalizada del principio del usuario-pagador”.
El portavoz del PSOE en la Comisión de Fomento, Rafael Simancas, dudó de la viabilidad de las nuevas concesiones anunciadas por Pastor, pero apoyó el rescate: “Una quiebra importante de concesiones de autopistas de peaje afectaría al crédito del sector concesional español, que en estos momentos acude a concursos en todo el mundo”. Para Simancas, la prórroga de los créditos, “es una solución de emergencia que se está dilatando en el tiempo” y reclamó a Pastor que “acometa decisiones definitivas”: “No sabemos si el Gobierno está en ello o no porque no nos cuenta nada”. Simancas dio por hecho que alguna de estas empresas quebrará (la Madrid-Toledo ya entró en concurso de acreedores): “En el resto, a corto plazo los préstamos participativos y las juntas de compensación pueden servir. A largo plazo hay que ir a una restructuración para que las que tienen mejores perspectivas compensen a las peores”.

 El País 26/06/2012

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